Infografía: Universign entrevistó a profesionales de diferentes sectores para conocer el grado de conocimiento que tenían sobre la firma electrónica. La encuesta se centró asimismo en las necesidades de las PYME con menos de 250 empleados. El resultado es irrevocable: al 80 % de las empresas encuestadas les gustaría usar la firma electrónica, pero albergan dudas acerca de las buenas prácticas, principalmente en relación con el cumplimiento legal de dicho proceso.
La simplificación de procedimientos y la reducción de tiempo y costos son las primeras ventajas mencionadas.
Según la encuesta, los principales beneficios que requieren las Pymes, incluidos los bienes inmuebles, las ventajas informáticas y los servicios, son la simplificación de los procedimientos para el 55 % de ellas y la reducción de los plazos en un 42 %.
Gracias a la firma electrónica, es posible formalizar los contratos de forma instantánea. Una simple conexión a Internet es suficiente para firmar un contrato, sin importar dónde te encuentres. De este modo, el emisor del documento ahorra un valioso tiempo que, en el caso de la firma manuscrita, puede ser de varias semanas pues es necesario enviar la documentación, esperar a que la firmen y la envíen de nuevo de vuelta.
Tal y como ha sabido determinar un 36 % de las empresas entrevistadas, la firma electrónica reduce en gran medida los costes derivados de la impresión, el archivo y el envío de documentos. La firma electrónica también ofrece una mejor trazabilidad de los documentos y limita los errores humanos permitiendo, de esta forma, tener un mayor control de los riesgos financieros asociados.
La firma electrónica es un compromiso de seguridad jurídica para el 25 % de las empresas encuestadas…
Entre los componentes de una firma electrónica, se encuentra una huella digital asociada al documento original, la cual queda integrada de forma permanente en el documento pudiendo detectarse con facilidad cualquier cambio posterior. Además, es posible consultar un historial de modificaciones del documento PDF firmado con información recogida desde el momento en que se realizó la primera firma.
sin embargo, el 80 % de las empresas reconoce ignorar el marco legislativo de la UE.
El estudio ha revelado concretamente que existe un gran desconocimiento sobre el marco normativo de la firma electrónica. Así, el 80 % de las empresas declara no conocer el reglamento europeo eIDAS, que cubre los servicios de confianza y, más concretamente, la firma electrónica. El Reglamento eIDAS establece una base común para las interacciones electrónicas seguras entre ciudadanos, empresas y autoridades públicas de la Unión Europea. El reglamento define dos pilares fundamentales de la firma electrónica. Para tener validez, una firma electrónica debe permitir lo siguiente:
• Demostrar la integridad del documento firmado en base a un sello de tiempo cualificado que selle el documento indicando una fecha y hora desde una fuente de tiempo universal.
• Garantizar la identidad del firmante para asegurar que el firmante del documento es la persona adecuada.